
Hoy nos tocó ver el partido más emocionante de los octavos de final, hasta ahora, claro.
El 4 a 1 final nos suena trámite, pero el minuto a minuto fue intenso, contrariamente al resultado final.
El primer gol alemán lo marcó Klose, vivo para anticiparse al error rival, y luego de un saque de arco de su propio arquero. Esta vez lo hizo con el pie, a pesar de que desde el minuto uno sus laterales defensivos lo buscaron con centros sin parar.
A partir de la apertura del marcador, los equipos se olvidaron de las especulaciones y fueron a atacar. En un cuerpo a cuerpo más que interesante, que en este mundial justamente no se vio demasiado. En esta vorágine llegó el gol de Lukas Podolski, que se reivindicó de su penal marrado contra Serbia.
Con el partido 2-0, Inglaterra y su verguenza tuvieron sus 5 minutos de fama: Gol de Upson y un posterior gol de Frank Lampard que el árbrito no cobró. Triste lo del juez, porque la pelota había entrado medio metro. Entonces, del éxtasis a la agonía osciló la historia inglesa, como diría la Bersuit Vergarabat. Muller fue actor protagónico y marcó 2 goles más para Alemania, el último una joyita comandada por Ozil, uno de los mejores jugadores de Sudáfrica 2010, que le brindó el gol hecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario