
¿Por qué tanto ímpetu en la mística?. Porque sorpresivamente el San Luis de México le empató a los 7 minutos (gol de De la Torre) al Pincha, un partido que había empezado favorable a los platenses con un gol de González, y allí parecía que se venía la noche. El 1-1 era peor resultado que el 0-0, puesto que cualquier derrota del Pincha clasificaba a los mexicanos.
La mística apareció nuevamente, como en tantas otras epopeyas en la Copa del León, en el segundo tiempo. Con el juego preciso de Verón en el mediocampo, con Boselli que intentaba pero no podía, llegó uno que venía tapado en esta Copa: El Chino Benítez. El mediocampista metió 2 goles en 5 minutos y le dio tranquilidad a Sabella, a Verón y a los hinchas.
Quizás otro equipo lo perdía por el nerviosismo, pero el Pincha, tiene mística.
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