El fútbol

Por suerte, todavía aparece en las canchas, aunque sea muy de vez en cuando, algún descarado carasucia que se sale del libreto y comete el disparate de gambetear a todo el equipo rival, y al juez, y al público de las tribunas, por el puro goce del cuerpo que se lanza a la prohibida aventura de la libertad (Eduardo Galeano).

domingo, 11 de julio de 2010

España CAMPEÓN DEL MUNDO - En el fútbol, ¡los buenos ganan!


La soberbia selección de España se consagró campeona del mundo al superar 1-0 a su par Holandés, con un gol de Iniesta en el segundo tiempo de alargue. El partido tuvo la emoción que todos ansiábamos: El fútbol de la roja, la destrucción de la naranja, el gol del crack, y una expulsión indiscutible, aunque pudieron ser varias.

Sencillamente maravilloso, es el adjetivo que califica al campeonato de fútbol que España supo llevar a lo largo de su participación en Sudáfrica 2010. Una exquisitez para todos los que amamos el fútbol.

Desde los primeros minutos de juego quedó evidenciado claramente cómo iba a ser el desarrollo del partido: España intentó jugar siempre con la pelota al pie, buscando al compañero y priorizando distribuirla horizontalmente antes que morir en el fracaso de la verticalidad, puesto que Holanda pobló el mediocampo de camisetas naranjas. Mientras que la selección de Bert van Marwijk, se limitó todo el partido a destruir no sólo al juego español, sino también a sus jugadores.

No queremos desarrollar una crónica, de ninguna manera, porque sería aburrido para todos. Pero sí profundizar brevemente en algunas cuestiones que nos llenaron el corazón esta tarde de domingo.
  • Emotivo fue el papel de España durante todo el mundial. Empezó perdiendo su primer partido ante Suiza y rápidamente los fantasmas del fracaso aparecieron en ronda al equipo de Del Bosque. Pero a partir de allí, todo cambió. Y no cambió en base a empujar o a desesperación. Cambió siendo fiel a un estilo de juego, a valores y principios inclaudicables. Enormes Iniestra, Xavi, Villa, Puyol, Ramos y Casillas.
  • Triste final para Holanda, que había hecho un buen papel hasta aquí. Limitado para generar juego, sólo apeló a concentrarse para cortar el juego rival, y nunca para la iniciativa propia. Las ocasiones de gol fueron gracias a dos corridas del velocista Robben, que Casillas contuvo de manera determinante para el desarrollo del partido. Está claro que si Robben metía alguna, todo podía cambiar. Pero los campeones también tienen arquero, y encontramos en Casillas un arquero de campeón.

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