El fútbol
Por suerte, todavía aparece en las canchas, aunque sea muy de vez en cuando, algún descarado carasucia que se sale del libreto y comete el disparate de gambetear a todo el equipo rival, y al juez, y al público de las tribunas, por el puro goce del cuerpo que se lanza a la prohibida aventura de la libertad (Eduardo Galeano).
jueves, 25 de marzo de 2010
El Xeneize demolió a un River sin reacción.
Pongamos las cosas en su lugar: River llegaba "mejor" que Boca. Se jugó el domingo y se tuvo que suspender por el diluvio y el estado del terreno de juego. En aquella ocasión, el que había salido a matar, fue Boca. Y hoy se repitió la fórmula.
Al fin, Boca jugó como un equipo. Se basó en la claridad de Riquelme para generar fútbol, en la técnica de un ágil Mendez que defendió la azul y oro como si fuese de toda la vida (recordemos que supo jugar en River hace no mucho tiempo), en una defensa aceptable (sólo aceptable, alcanzó), y fundamentalmente, en saber de qué se trata esto de jugar el "superclásico".
La actitud de Boca estuvo a la altura de las circunstancias. Y la de River, bueno, no hubo actitud alguna.
En lo que respecta al juego, las claras las tuvo Boca. Llegó el gol de Medel, luego de un tiro libre a rastrón de Román que el Chileno desvió., y a festejar. El Chileno se convertía en ídolo en una tarde de Jueves diferente. Inmediatamente Gallardo tiraba a la tribuna un tiro libre (de esos que sólo él sabe ejecutar) y denotaba el momento de River, nublado. Esa nube llegó hasta los ojos de Funes Mori, que gracias a una buena asistencia (y a la fragilidad de la defensa Rival) quedó en un mano a mano inmejorable que atajó García. Esa atajada, vale un gol.
En el segundo tiempo, Boca siguió intentanto, tocando la pelota, defendiendo cuando debía y teniendo las ocasiones de gol más claras. Y llegaría Gary nuevamente para convertir el 2-0 que liquidaría la historia. A esa altura, la Boca era una fiesta y River parecía temeroso, desubicado, desconcertado. Astrada metió a Afranchino que tuvo una aceptable tarea dándole aire al equipo por su banda, pero que tampoco alcanzó. Y todo quedó dicho cuando Funes Mori volvió a marrar un gol SOLO, que era para romperle el arco a García, y el pibe no se animó. Quizás el escenario le jugó una mala pasada, quizás su edad, fue inexplicable lo de Rogelio.
Ya con el partido liquidado, llegaron las cargadas de la hinchada xeneize para los primos, haciendo referencia a la cercanía de la promoción para el club que preside Pasarella. Y las cámaras de televisión siguieron mostrando la frustración de la hinchada Millonaria. Sin dudas, no era para menos.
Se fue otro superclásico que pudimos disfrutar sin lluvia. Seguramente se hablarán muchísimas cosas a partir de ahora. Pero Boca Juniors fue justo ganador y Medel, figura.
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Lo que erró Funes Mori no tiene nombre. Costó el partido. Es lamentable. Como hincha de River (y periodista) admito que Boca ganó bien y nos superó. Riquelme tuvo un nivel excelente y es lamentable que no pueda estar en la Selección.
ResponderEliminarSaludos como siempre y suerte Guille !
http://pasionfutbolera-ruvi.blogspot.com