De la mano de una actuación consagratoria de Diego Milito, quien marcó ambos goles, Inter derrotó a Bayern Munich por 2-0 y se consagró campeón de la UEFA Champions League.
El nerazzurro supo cómo jugarle al Bayern, así como también lo sabía ante el "invencible" Barcelona. Mourinho es uno de los directores técnicos más hábiles de la modernidad y le transmite a sus jugadores las órdenes necesarias para neutralizar el juego del rival, como pasó ante Bayern.
El primer gol del partido tuvo origen de una pelota que el arquero envía a la mitad de cancha, y Milito bajó de excelente manera
para que Sneijder aguante bien la marca de Demichelis y le devuelva la redonda de la misma forma. Allí, sólo quedó el fusilamiento del centrodelantero para darle la ventaja a los italianos.En el segundo tiempo, y cuando todavía las cosas estaban divididas por la mínima diferencia, Julio César le tapó una pelota con los pies a Muller digna de un arquero de campeón. Podría haber cambiado la historia si la jugada terminaba en gol, está claro.
Pero Inter no modificó nada en su libreto, lo respetó convencido del hacer y de ser. Y el premio final llegaría a los 70 minutos con una contra que Milito no desaprovechó ante Butt, desairado por el fracaso de no haber sido Julio César, y de haber tenido el mejor delantero de la UEFA Champions League delante de sus ojos. Con este golazo, llegaría la coronación final.
Un párrafo aparte para los argentinos del Inter. Milito
y Samuel tienen destino de Mundial, y su 
desempeño en la temporada le dieron la oportunidad de poder ser parte. Pero ojo, Zanetti y Cambiasso no fueron menos que ellos. El director técnico lógicamente elige a quien cree correcto, sin dudas, pero sería estúpido no reconocer la tarea de los que se quedaron afuera de la misma manera que se reconoce a los que integrarán el plantel argentino.
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