En el 2006 la diferencia que Boca le llevaba era enorme, sumado a que también había equipos perseguidores arriba. Por eso, Estudiantes llegó a la punta para quedarse. Porque es un equipo que vence todas las adversidades que se le proponen partido a partido y sale airoso. Dije, siempre, que cuando quiere parece invencible.
Ayer sumó otra victoria ante Tigre, de visitante, por 2-1. Un cabezazo certero de Desábato y una jugada magistral (otra más) de José Sosa, que pide Mundial, le dieron la victoria al Pincha. Tigre no la metió en todo el partido, porque el protagonista del gol local fue Rojo, si, otro jugador Platense.
Nada positivo para el Tigre, que cuando tuvo la iniciativa de ir a buscar el partido, sus recursos se redujeron a pelotazos al área que no hicieron más que facilitarle la tarea a los centrales visitantes.
El Pincha llegó para quedarse, es el rey de la selva, a fin y al cabo.
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